Las emociones en el aula: un viaje para aprender a convivir

Como suele ocurrir los primeros días en el colegio, la emoción flotaba en el ambiente. Alumnado, profesorado, familias y voluntariado estaban expectantes por dar comienzo a un nuevo curso escolar que prometía estar lleno de aventuras. En la entrada estaban las maestras y maestros para dar la bienvenida con una gran sonrisa invitando a entrar en la escuela. Una vez en la biblioteca, les explicaron que en esta ocasión iban a comenzar con un proyecto muy especial llamado "Felicità" que les ayudaría a conocer mejor sus sentimientos y emociones, al mismo tiempo que se experimentaría la importancia del trabajo en equipo.
—Hoy vamos a conocer a cinco personajes que nos acompañarán durante todo el curso —dijo la maestra—. Cada uno representa una emoción y nos ayudará a entender cómo nos sentimos en diferentes momentos. ¡Y lo más interesante es que cada personaje tiene su nombre en un idioma diferente!
Los niños escuchaban con mucha atención. La maestra comenzó a presentar a los personajes:
—El primer personaje es Felicità, su nombre significa "felicidad" en italiano. Siempre está alegre y le gusta mucho compartir esa alegría con los demás. Luego tenemos a Sadness, que significa "tristeza" en inglés. Sadness a veces se siente sola, pero aprenderemos cómo ayudarla cuando está triste. El siguiente es Zorn, que significa "ira" en alemán. Zorn se enfada cuando las cosas no salen como él quiere, pero vamos a aprender a calmarlo. También está Inveja, que significa "envidia" en portugués. Inveja a veces se siente mal cuando alguien tiene algo que ella quiere, y por último tenemos a Anxiété, que significa "ansiedad" en francés. Anxiété se preocupa mucho por lo que puede pasar, pero con su ayuda aprenderemos a relajarnos y estar tranquilos.
La maestra propuso que cada día conocerían más sobre estas emociones, pero para empezar, les contó una pequeña historia sobre cómo Felicità (alegría), Sadness (tristeza), Zorn (ira), Invenja (envidia) y Anxiété (ansiedad) vivían distintas situaciones.
Felicità estaba en la clase de Matemáticas. Ella siempre disfrutaba resolviendo problemas y aprendiendo cosas nuevas. Cuando la maestra les pidió que resolvieran un ejercicio, Felicità sonrió y levantó la mano rápidamente.
—¡Yo puedo hacerlo! —dijo con entusiasmo.
A ella le encantaba aprender y siempre intentaba ayudar a sus compañeros si tenían dificultades. Cuando su amiga tuvo problemas con una suma, Felicità se acercó y le explicó cómo resolverlo. Al final, las dos se sintieron muy bien por haber trabajado juntas.
Por otro lado, Sadness estaba en la clase de Lengua. Hoy tenían que escribir una pequeña historia sobre sus vacaciones de verano, pero Sadness no se sentía muy inspirada. Miraba su hoja en blanco y, poco a poco, comenzó a sentirse triste porque no sabía cómo empezar.
—No sé qué escribir —susurró, bajando la cabeza.
Una de sus compañeras, al ver que Sadness estaba triste, le ofreció su ayuda.
—No te preocupes, Sadness. Yo también tuve problemas al principio, pero ¿qué tal si escribes sobre algo que te hizo sentir feliz este verano? —le sugirió con una sonrisa.
Con un poco de apoyo, Sadness comenzó a escribir, y aunque todavía se sentía un poco triste, ahora tenía la esperanza de que todo iba a mejorar.
Zorn, por su parte, estaba en la clase de Educación Física. El equipo de Zorn había perdido en un partido de fútbol y eso lo había puesto muy furioso. Se cruzó de brazos y se sentó en el suelo.
—¡No es justo! —gritó, con los puños cerrados—. ¡Siempre pierdo!
El maestro de Educación Física se acercó a Zorn y le habló con calma.
—Entiendo que estés enfadado, Zorn, pero perder es parte del juego. ¿Qué te parece si respiramos hondo juntos y lo intentamos de nuevo? A veces es importante aprender de nuestras derrotas para mejorar la próxima vez.
Zorn respiró hondo, aunque seguía molesto, pero poco a poco empezó a calmarse. El maestro le recordó que lo importante no era ganar, sino disfrutar del juego y aprender a mejorar.
Luego, estaba Inveja en la clase de Música. Un compañero tocaba muy bien la flauta, y Inveja lo miraba con una mezcla de admiración y frustración. Ella también quería tocar tan bien como él, pero todavía no lo conseguía.
—Ojalá yo pudiera tocar así de bien —pensó Inveja—. ¡No es justo que él toque tan bien y yo no!
Sin embargo, la maestra de Música se dio cuenta de lo que estaba ocurriendo y animó a Inveja.
—No te preocupes si no tocas igual que tu compañero. Cada uno tiene su propio ritmo para aprender. Si practicas todos los días, mejorarás poco a poco.
Inveja decidió intentarlo y empezó a practicar con más dedicación. A pesar de que seguía sintiendo un poco de envidia, se dio cuenta de que, con esfuerzo, también podía mejorar.
Por último, Anxiété estaba en la clase de Inglés. Estaban aprendiendo nuevas palabras, y Anxiété se sentía nerviosa porque tenía miedo de no pronunciarlas correctamente. Cuando la maestra pidió que alguien leyera en voz alta, Anxiété comenzó a sudar y su corazón latía rápido. Tenía miedo de equivocarse y que sus compañeros se rieran de ella.
—¿Y si lo hago mal? —pensó, mordiéndose las uñas.
La maestra se dio cuenta de que Anxiété estaba nerviosa y le sonrió de manera tranquilizadora.
—No te preocupes, Anxiété, no pasa nada si te equivocas. Estamos aquí para aprender juntos. Puedes intentarlo cuando te sientas preparada.
Al escuchar eso, Anxiété respiró hondo y, aunque todavía sentía un poco de miedo, decidió intentarlo. Cuando terminó de leer, todos sus compañeros la aplaudieron, y Anxiété se sintió mucho mejor.
Con estas historias, las niñas y niños del colegio comprendieron que todas las personas, en algún momento, sentimos emociones diferentes. A veces estamos felices como Felicità, y otras veces tristes como Sadness. Podemos enfadarnos como Zorn, sentir envidia como Inveja o experimentar nerviosismo como Anxiété. Pero lo más importante es conocer estas emociones y entenderlas para poder ayudar a otras amigas y amigos cuando las sienten.
Una vez escucharon el cuento de cómo se enfrentaban a cada clase en la escuela Felicità (alegría), Sadness (tristeza), Zorn (ira), Invenja (envidia) y Anxiété, la maestra volvió a recordarles en proyecto Felicità, explicándoles que, gracias a él, aprenderían a trabajar en equipo y a ponerse en el lugar de otras compañeras y compañeros como les ocurrió a los personajes del cuento. También aprovechó el momento para valorar la importancia de compartir y ayudar a todas las personas, especialmente a quienes más lo necesitan.

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